jueves, 23 de febrero de 2017
martes, 14 de febrero de 2017
HÉCTOR
Esta mañana nuestro compañero de 5º de Primaria, Héctor,nos ha explicado todo lo que él sabe de una manera muy clara sobre nuestra tierra"Cantabria".
lunes, 13 de febrero de 2017
Mitología
Ojáncana
La ojáncana también llamada "la novia del ojáncano" por las pérfidas maldades que tiene con él en común, es una gran criatura humanoide y de terribles rasgos físicos: carichata y macrocéfala, adornada con greñas de cabello oscuro, sucio y alborotado.
Con enormes y retorcidos dientes que surgen de su sobresaliente labio inferior imitando a los de un jabalí y con una piel escamosa y agrietada.
Pero la más característica deformidad es el gran tamaño de sus pechos que caen alargados como bolsas y que puede cargarlos a la espalda, acto que suele realizar cuando caza, está enfadada o huye.
Le gusta cazar los niños que se pierden por el bosque, con los que se alimenta. Primero les roba toda la sangre, para ella el más exquisito licor, y más tarde los devora a grandes dentelladas. Cuando no dispone de sus infantiles víctimas, se tiene que conformar con comer animales, que acumula en sus antros lóbregos y profundos, generalmente cuevas oscuras.
En los umbrales de estos lugares es donde algunos lugareños dejan carne o pan de mijo junto a cuencos de leche o sangre de animales confiando evitar sus continuas salidas de caza de hombres, niños y rebaños.
Se rumorea que existen ojáncanas en numerosas cuevas de Cantabria: en la Penilla de Cayón, Santurce de Toranzo y Cieza en Torrelavega.
Son pequeños, de cara maliciosa y aspecto obeso. Siempre aparecen montados en sus nubes que ellos mismos crean y desde ellas controlan el granizo, el rayo y la lluvia. Crean sus nubes gracias a un poder especial que tienen y no les son necesarios componentes para realizarlo. También pueden invocar rayos a voluntad, y no dudarán en utilizarlos como armas si son atacados o molestados.
Los nuberos suelen cometer sus fechorías a antojo pudiendo incluso reunirse varios de ellos para juntos formar un gran nubarrón de tormenta con la que divertirse.
La ojáncana también llamada "la novia del ojáncano" por las pérfidas maldades que tiene con él en común, es una gran criatura humanoide y de terribles rasgos físicos: carichata y macrocéfala, adornada con greñas de cabello oscuro, sucio y alborotado.
Con enormes y retorcidos dientes que surgen de su sobresaliente labio inferior imitando a los de un jabalí y con una piel escamosa y agrietada.
Pero la más característica deformidad es el gran tamaño de sus pechos que caen alargados como bolsas y que puede cargarlos a la espalda, acto que suele realizar cuando caza, está enfadada o huye.
Le gusta cazar los niños que se pierden por el bosque, con los que se alimenta. Primero les roba toda la sangre, para ella el más exquisito licor, y más tarde los devora a grandes dentelladas. Cuando no dispone de sus infantiles víctimas, se tiene que conformar con comer animales, que acumula en sus antros lóbregos y profundos, generalmente cuevas oscuras.
En los umbrales de estos lugares es donde algunos lugareños dejan carne o pan de mijo junto a cuencos de leche o sangre de animales confiando evitar sus continuas salidas de caza de hombres, niños y rebaños.
Se rumorea que existen ojáncanas en numerosas cuevas de Cantabria: en la Penilla de Cayón, Santurce de Toranzo y Cieza en Torrelavega.
Nuberos
Los Nuberos son los genios traviesos y maliciosos que montados en nubes grises se divierten provocando tormentas con la intención de asustar con sus rayos a los animales y destruir con el granizo las cosechas de los hombres.Son pequeños, de cara maliciosa y aspecto obeso. Siempre aparecen montados en sus nubes que ellos mismos crean y desde ellas controlan el granizo, el rayo y la lluvia. Crean sus nubes gracias a un poder especial que tienen y no les son necesarios componentes para realizarlo. También pueden invocar rayos a voluntad, y no dudarán en utilizarlos como armas si son atacados o molestados.
Los nuberos suelen cometer sus fechorías a antojo pudiendo incluso reunirse varios de ellos para juntos formar un gran nubarrón de tormenta con la que divertirse.
domingo, 12 de febrero de 2017
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