Hace unos días, el hermano de Agustín, nos regaló dos gusanos para la clase. Desde ese momento decidimos adoptarlos como mascotas y nos comprometimos a cuidar de ellos. al principio estas orugas eran muy glotonas y se pasaban el día comiendo hojas de morera.
Después, una mañana al ir a darles su comida, comprobamos que una de ellas se había metido en el capullo y la otra seguía comiendo.